La comunicación ha evolucionado y la forma de llegar a nuevos públicos también. Los días en que se generaban clientes potenciales mediante campañas de pago por clic en Google Adwords o Facebook tan solo eran una pequeña fracción para crear engagement. Hoy, debemos encontrar formas más creativas para alcanzar a las nuevas generaciones, aquellas que están acostumbradas al consumo constante de contenidos: rápidos y concretos. En la mayoría de los casos, tendemos a centrarnos en los hechos y olvidamos el poder del storytelling que, hoy más que nunca, es primordial para captar a un público que siempre está cambiando sus intereses y se aleja lentamente.
¿Y si hubiera una manera más fácil? ¿Y si pudieras deshacerte de todo el “ruido” y quedarte solo con lo que te importa? ¿No sería genial? Los contenidos audiovisuales son la alternativa.
Antes estábamos acostumbrados a leer, cuando era el pináculo de la comunicación; ahora, la gente tiende a ver vídeos más que a leer textos. Esto se debe a la facilidad y rapidez de los formatos audiovisuales comparada con la lectura de un texto. Además, también nos permite aprender más sobre lo que queremos y necesitamos en pocos minutos.
Los contenidos audiovisuales tienen muchas ventajas sobre los textos escritos:
En primer lugar, los videos pueden ser entendidos por todo el mundo. Sus posibilidades visuales son tan amplias que no se limitan netamente a un discurso. Piensa en aquellos vídeos con un excelente ritmo en cuanto a imagen y sonido, aquellos que te enganchan por su presentación ¡Ahí ya tienes ganado un punto de gran valor! En segundo lugar, es más fácil de entender que un texto porque utiliza imágenes y efectos de sonido que ayudan a explicar las cosas mejor que las simples palabras, sin ninguna señal visual como las expresiones faciales o el lenguaje corporal, que podrían delatar lo que alguien realmente quiere decir cuando dice otra cosa en lugar de lo que realmente quiere decir en situaciones reales, como durante una entrevista en el trabajo o en eventos relacionados con la escuela, como presentaciones o discursos pronunciados por alguien que ha ganado un premio por sus logros académicos, como por ejemplo, sacar sobresalientes durante todos los años de la escuela secundaria hasta el día de la graduación de la universidad después de obtener su título de grado.
El mundo cambió y nosotros no podemos quedarnos atrás. Tenemos que aprender a identificar las nuevas oportunidades que nos plantean los nuevos públicos y encontrar la manera de entretenerlos de una forma que les llegue, que se sientan escuchados y que les permita disfrutar.
No se trata solo de hacer algo “que cumpla con el propósito”; se trata de hacer algo significativo, que trascienda. Se trata de descubrir qué es lo que hace vibrar a alguien, y luego utilizar esos mismos mecanismos en el entretenimiento para que todos podamos relacionarnos con los demás de forma más significativa.
Si quieres que tu audiencia vea muchos de tus vídeos, si quieres que comenten y reaccionen a lo que están viendo, si quieres que se sumen a tu barco, entonces hay dos cosas que te debe priorizar: la calidad y la consistencia. Pero eso no significa que tengas que pasarte la mitad del día tecleando y buscando inspiración para llenar un lienzo en blanco. Asi mismo, debes tener en cuenta un formato que te permita difundir tu contenido audiovisual en redes sociales de una manera óptima y eficiente.
Como vemos, el futuro de los medios de comunicación en línea está cambiando y convirtiéndose en algo diferente a lo que era antes. Se están produciendo más tipos de contenidos, se están explorando más formas de consumir e interactuar con los medios, y estas tendencias siguen evolucionando a medida que pasa el tiempo. Pero con este cambio de enfoque, habrá una necesidad aún mayor de prácticas de marketing innovadoras y nuevas formas de mantener la relevancia de su marca.
¿Qué esperas para sumar una estrategia audiovisual a tu marca?